25º aniversario del CERMI

Carlos Laguna, expresidente del CERMI Comunidad Valenciana

“El CERMI ha devuelto la dignidad a todas las personas con cualquier tipo de discapacidad”

18/03/2022

Refugio Martínez

En la actualidad, Carlos Laguna es diputado en las Corts Valencianes por el PSPV-PSOE. Este periodista lleva toda una vida militando por y para la discapacidad, tanto es así que, en el año 2016 ganó el premio Cermi.es en la modalidad de Activista y Trayectoria Asociativa. Durante los 25 años de existencia del CERMI, ha sido testigo de cómo el CERMI crecía y se hacía mayor de edad, ha sido testigo de sus logros para dignificar la vida de las personas con discapacidad y, en todo este recorrido, si hay algo que Carlos Laguna tiene claro es que, si el CERMI no existiera habría que inventarlo.

De lo que usted recuerda, ¿qué podría decirme de los comienzos del CERMI?

 Pues recuerdo especialmente la fecha de fundación del CERMI Comunidad Valenciana (CV), un 9 de junio de 1999, aunque muchas entidades ya veníamos trabajando juntos desde hacía bastante tiempo atrás, prácticamente desde que se fundó el CERMI Estatal. Como recuerdo la gran voluntad e ilusión aportada por las 9 entidades fundadoras (COCEMFE CV, FECOVA, FEAFES, ONCE, FISD CV; HÉLIX CV, FESORD CV, ASPACE y PREDIF) para empezar a trabajar conjuntamente, como una sola pero firme voz, en pro de los derechos de las personas con discapacidad. Arrancamos en aquella fecha, mediante una gestora, como digo, con mucha ilusión y fuerza.

¿Cómo contribuyó a la creación del CERMI? ¿Cómo recuerda su paso por el CERMI? ¿Cómo fue aquella relación?

Bueno, mi aportación, de manera voluntaria y altruista, fue con un gran esfuerzo y robarme gustosamente tiempo para que el CERMI CV creciese y se consolidase en el espacio geográfico en el que nos habíamos implantado, la Comunitat Valenciana y, al mismo tiempo, contribuyendo a fortalecer también el CERMI Estatal con nuestras aportaciones y colaboraciones.

Tengo el honor de ser el primer presidente del CERMI CV elegido mediante la pertinente Asamblea constituyente el 18 de octubre de 1999, cargo que desempeñé durante 8 años para, posteriormente, continuar como vicepresidente unos 10 años más.

Como todo en la vida, los primeros momentos hubo algunas dificultades de encaje porque desde el tejido asociativo de la discapacidad, desde las distintas asociaciones que lo conformamos, estábamos demasiado acostumbrados a mirarnos nuestro ombligo sin mirar alrededor, pero pronto, desde el conocimiento general de la discapacidad, nos dimos cuenta que eran muchos más los objetivos que nos unían que las diferencias y pienso que, hasta hoy, ha sido una relación sólida y fructífera, sobre todo de cara a trabajar conjuntamente con las distintas administraciones.  

En todos estos años, ¿cómo ha evolucionado el CERMI?

Creo que la evolución del CERMI ha sido absolutamente consecuente con las necesidades que se nos han ido generando en una sociedad que, en los últimos años sobre todo, ha evolucionado de manera vertiginosa en temas científicos y técnicos e independientemente de nuestras viejas, presentes y futuras reivindicaciones (porque van a existir siempre) como la educación en igualdad, la formación, el empleo, la accesibilidad, la discriminación positiva en diferentes campos y facetas de la vida, como la fiscalidad, la visibilidad de la discapacidad como factor de inclusión, etc., el CERMI evoluciona, como decía, paralelamente a la evolución social para no quedarnos atrás. Ahí están nuestras reivindicaciones para no perder la batalla digital; para que otra batalla no menos importante como es la de la información no se pierda con una ley del audiovisual que sea injusta; y garantizar nuestra presencia en los medios de comunicación.

Como periodista de raza que es usted. ¿Qué puede decirme de la labor de comunicación que ha realizado el CERMI en todos estos años de crecimiento?

Creo que en general se ha hecho una buena labor informativa, tanto desde el CERMI Estatal como de los CERMIS Autonómicos. Quizá, por la cercanía, los CERMIS Autonómicos hemos tenido una mayor cobertura en los medios de comunicación regionales. Desde luego, desde mi primer día como presidente del CERMI CV uno de mis objetivos fundamentales era tener presencia en las tres funciones básicas de los medios de comunicación, las de formar, informar y entretener. Había que explicar qué era el CERMI y a qué se dedicaba.

Al respecto de los medios de comunicación, creo que el año 2003 fue un año de inflexión de nuestra presencia en los medios. El que fuese nominado por la Comisión Europea como Año Europeo de las Personas con Discapacidad nos llevó a organizar centenares de actos por todo el país y aquello abrió los ojos y las orejas de los periodistas. Creo que desde entonces aumentó cuantitativamente nuestra presencia mediática.

En ese sentido, sin duda hay que resaltar también la labor de Servimedia y del boletín CERMI.es.

¿Cómo es y ha sido la comunicación interna entre los distintos CERMIS Autonómicos y el CERMI Estatal?

Bueno, creo que fue mejorando año tras año, con el conocimiento de cada uno de nosotros, de las reuniones que manteníamos en Madrid formando parte de las Asambleas y de los Comités Ejecutivos, en los que aprendíamos y enseñábamos un abanico de buenas prácticas que luego eran extrapolables a nuestras respectivas comunidades y, en su caso, si eran cuestiones legislativas a los parlamentos regionales. Otro gran acierto, por lo que de enriquecimiento experiencial significa, son las reuniones de CERMIS Autonómicos que se vienen celebrando en los distintos territorios y que sin duda suponen un enriquecimiento sobre proyectos intercambiables.

Al respecto de esa comunicación interna hay que destacar también que el CERMI Estatal nos inunda diariamente con informaciones que versan sobre distintas temáticas.

¿Cómo cree que ha trabajado el CERMI para mejorar la visibilidad de este colectivo?

Creo que ha sido una acción conjunta de todos y cada uno de nosotros, del CERMI Estatal y de los autonómicos con distintas acciones como antes me refería y, además, con la organización de distintas jornadas, charlas, conferencias, cursos, etc., para la sensibilización sobre las personas con discapacidad o exigiendo, tanto al Gobierno central como a los regionales, esa visibilidad con presencia y participación en grandes actos cívicos institucionales, sean conmemorativos de cada autonomía, festivos de cualquier población o de cualquier otra índole, en los que el tejido asociativo de la discapacidad, bien el CERMI y/o sus federaciones tienen que estar presentes junto a los agentes sociales, empresariales, u otras entidades representativas de cada Comunidad Autónoma, provincia o ciudad.

A lo largo de estos 25 años, habrá habido momentos buenos y momentos malos. Hábleme de ambos.

Sin duda, uno de los peores momentos para las personas con discapacidad fueron los años de la crisis financiera y económica, en los años posteriores a 2008, con recortes muy duros por el Gobierno del PP que se cargaron en las espaldas de los más vulnerables. En la Comunidad Valenciana se implantó de manera injusta el copago para las personas dependientes, el transporte adaptado, los medicamentos para las personas con discapacidad. Hubo personas con trastornos mentales que tuvieron que dejar de tomar su medicación. Fueron también momentos de muchísima solidaridad social en los que hubo familias que, con todos sus miembros en el paro, pudieron subsistir gracias a las pensiones que cobraban las personas con discapacidad y este fue un hecho que pasó totalmente desapercibido en aquellos momentos.

Otro acontecimiento muy especial fue, en 2013, en Madrid, la Marcha Amarilla por la discapacidad, donde nos dimos cita miles y miles de personas con discapacidad reivindicando nuestros derechos. Fue algo multitudinario y todo un acierto porque supuso una demostración de la cantidad de gente representativa de la discapacidad. Fuimos personas de toda España y demostramos que la discapacidad unida es un auténtico lobby de presión y que se nos debe tener en cuenta para cualquier tipo de desarrollo legislativo en los diferentes niveles administrativos. Fue una demostración de la unidad del tejido asociativo de la discapacidad.

Aunque a veces sea infructuoso y otras veces sea un poco ingrato, defender a los más vulnerables es una noble labor, ¿no le parece?

Sin duda, no hay palabras para expresar la satisfacción personal que supone el conseguir un logro, tanto en el plano personal como en el colectivo, que beneficie a una o a más personas por tu mediación, por tus conocimientos de recursos o por acciones colectivas. Creo que el ser humano está para ayudar a los demás, en la medida de sus posibilidades. Y creo también que nuestra sociedad, cada día que pasa tiene mayores defectos pero también mayores virtudes como la solidaridad, la entrega y comprensión hacia los más vulnerables o con los que, como en Ucrania, sufren la maldad del prójimo.

Y, para terminar, ¿cuáles cree que son las mayores aportaciones del CERMI a esta sociedad?

Primero devolver la dignidad a todas las personas con cualquier tipo de discapacidad y que en un país democrático se reconozcan sus derechos, individual y colectivamente. Porque un país con cerca de 3.000.000 de personas con cualquier tipo de discapacidad, más sus familias, en el que no estuviesen debidamente atendidas y protegidas las personas con discapacidad por su vulnerabilidad, no sería una democracia plena.

Segunda, porque el CERMI ha conseguido que la discapacidad esté de manera permanente en la agenda política de las distintas administraciones y que cuando se legisla se tenga en cuenta las particularidades de las personas con discapacidad. Y esto no es ni más ni menos que un gran beneficio para toda la sociedad en su conjunto puesto que todo lo que reivindican las personas con discapacidad, a la larga o a la corta supone un beneficio también para la sociedad en general. Si el CERMI no existiese habría que inventarlo pero, afortunadamente, ya está inventado desde hace muchos años.

En cuanto al CERMI CV, me gustaría resaltar que fuimos los primeros en tener un Estatuto de las Personas con Discapacidad que está regulado en la Ley 11/2003 del 10 de abril. Fue un Estatuto consensuado entre todas las organizaciones del tejido asociativo de la discapacidad y donde se recogían los derechos de las personas con discapacidad que en aquel momento estaban establecidos.

Otro hito importante que se recogió en este Estatuto fue la gratuidad de los medicamentos. Desde el CERMI CV conseguimos negociar con la Conselleria de Sanitat para que fuera la Generalitat la que asumiera los costes de los medicamentos para los menores de 18 años con discapacidad diagnosticada en grado superior al 33% y la de los mayores de edad con un grado de más de 65%. Este Gobierno, el de la Generalitat, ha sido sensible con la discapacidad estando en la oposición y lo es ahora también gobernando. Además, desde CERMI CV conseguimos que el Tribunal Constitucional declarase inconstitucional la tasa de copago.

En el año 2016 ganó el premio Cermi.es en la modalidad de Activista y Trayectoria Asociativa. ¿Qué sintió cuando le homenajearon con este galardón?

Una tremenda emoción porque cualquier tipo de reconocimiento en este sentido, siempre es bien venido y te carga las pilas para seguir luchando por los derechos de las personas con discapacidad, que es una lucha interminable mientras exista una sola persona con discapacidad.